lunes, 2 de junio de 2014

EL CHAMPAGNE

LA HISTORIA DEL  CHAMPAGNE

El eternamente efervescente champán, que provoca un cosquilleo en la nariz y seduce a las papilas con su burbujeo, toma su nombre de una provincia del este de Francia, no muy lejos de París.


La historia cuenta que en 1680, en una húmeda bodega de la provincia de champagne en francia, alguien abrió una botella de vino que estaba fermentado y la cerró. un tiempo después, otra persona abrió la misma botella por error y volvió a cerrarla, aunque con eso el vino ya se había descompuesto, al ir a abrir la botella por tercera vez, se encontró que estaba llena de burbujas. nacía el champagne. este delicioso error fue atri­buido al monje don perignon, viñatero que vivió entre el año 1638 y l715.





De la tierra y las viñas


El cultivo de la vid destinada a la elaboración del Champagne está detalladamente regulado por la Denominación de Origen establecida en 1927 que delimita la zona atendiendo a características naturales específicas del suelo y el subsuelo, las variedades de uva y el rendimiento de la producción.

El suelo de la región está compuesto por una base calcárea de finales de la Era Secundaria recubierta por una fina capa de tierra cultivable. Esta creta con elementos marinos y minerales aporta las sustancias nutritivas para la vid pero también actúa como regulador térmico e hídrico, propiciando una óptima maduración de la uva a pesar de las bajas temperaturas y del reducido periodo de crecimiento.

Actualmente se cultivan unas 31.000 hectáreas de terreno, repartidas entre cinco departamentos, aunque la gran mayoría de los viñedos se encuentran en el del Marne, representando aproximadamente el 2% de a superficie total dedicada a la viticultura en Francia.

Asimismo, la reglamentación autoriza únicamente tres variedades de uva, perfectamente adaptadas al rigor del clima y al suelo de la región, las tintas Pinot Noir y Pinot Meunier y la blanca Chardonnay, que se recogen a mano, cuando el contenido de azúcar y la acidez son las adecuadas, para evitar que los racimos se aplasten y los mostos se coloreen con la piel de las uvas tintas; además se eliminan a tijera las uvas dañadas, verdes, desgarradas o aplastadas.
ELABORACIÓN DEL CHAMPAGNE





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